Ley seca

No tengo ganas de escribir.
Nada.
Ni aquí ni en ningún otro sitio.
Entro en la ley seca.
Siempre había escrito cosas sobre mi, mis sentimientos o mi vida, pero desde que llegue a Zaragoza hace 18 meses mi vida social es nula y mis sentimientos muy contradictorios.
Solo destacaba mi trabajo.
Y yo no soy un trabajo. Nunca lo he sido.
Además la noche del miércoles al jueves hice lo indecible y aún así, alguien murió bajo nieve, nada sirvió, por que a veces no importa ni los esfuerzos, ni lo que se desea, ni el trabajo, ni lo que se suplica.
Y mi padre sigue en un campo Base en el Nepal a 5.000 metros de altura
Esta vez solo quiero que vuelva ya.
Todo es diferente.
No se porque ni hasta cuando.

Me adentro en la ley seca y en el territorio generoso de mis emociones.