Nubes de Noviembre

Esta noche soñé que sembraba un campo de alegrías verdes, de esas que cuando me llegan tienen olores como los mangos de Bamako y soñé que volvía a ser agua libre, de la que riega campos con encajes de azules y cereales brillantes. Incluso soñé que no soñaba y que la tierra entera era una esfera y nada la delimitaba, que todos éramos hermanos y que palabras con tonos de desprecio y de separaciones habían desaparecido de los diccionarios y de las memorias absurdas. No se como pasaba eso!! Pero todas, todas esas palabras, junto con las faltas de respeto se borraban!!!

Desaparecian entre magia.

En el cielo los aviones volaban sin fronteras ni pasaportes y las familias no se separaban, las sonrisas que todos recordamos eran más fáciles de conseguir y las sonrisas de Raquetelinda que es una violeta de hojas muy intensas, de color profundo y de tallo muy verde, lanzaban rayitos de sol inperennes que jugaban hasta en los días de lluvia. La noche fue larga, por que yo ya había decidido que dormiría sin descanso, por que a veces el alma y el interior necesita el alimento de los sueños, de los pensamientos que no están dichos, de lo que anhelamos y seguí soñando, había muchos niños y tenían panes de azúcar en las manos, los juguetes no eran necesarios, por que había hojas para hacer montañas y barro para crear muñecos y hierba para dar volteretas y ninguno tenia que trabajar ni pensar en nada, que no fuera en eso…por que nadie olvidaba nunca que eran niños!!

Y soñé y soñé, pero que noche bárbara!!, no tuve ni un descanso!!

Volví, a encontrarme con los niños y sentí como tejían redes de pensamientos de futuro y que jugaban con unos papeles de caritas y colores que regalaban con sus manitas a los vientos y llegaban por los continentes y los países dejaban de tener deudas y las bombas eran de sidrales pica-pica y ya no sesgaban nada, lo único que hacían eran cosquillas y los ojos de todos los niños eran daltónicos y arrazonicos, que es una palabra que mis sueños se inventaban, por que les daba la gana y no se distinguían entre ellos más que por un orgullo de cultura, sin razas, ni colores, ni religiones, ni lenguas tan siquiera, todos se entendían, por que el lenguaje de las manos, del cariño y el respeto, es universal, mira tu, que cosas tenia el sueño!!

Yo estaba impresionada y a ratitos tenia que parar y respirar bien hondo para saborear toda esa buenaventura que estaba descubriendo y cada respiración olía a fruta bomba y gominolas y volvía a escaparme, contenta siendo agua, por que durante esas horas los deseos se cumplían y bajo el mar había brillos de plata y palabras de enamorados, que saltaban y trepaban por los barcos inundando a los pasajeros, que sin saber como, ni por que, se llenaban de besos y abrazos y las parejas ya no volvían a pelear, sus ojos solo contenían las virtudes de los enamorados locos de remate, que junto con sus juramentes de amor eterno, esparcían pétalos de meses cordura que curaban enfermedades y heridas.

Cuando desperté me sentía agitada, aún me pensé, que yo seguía siendo agua y me levante agitada a mirar por la ventana, el cielo estaba lleno de las Buenas estrellas y de un soplido, mande mis sueños, los vuestros, los nuestros, a la tripa de las nubes, los espolvoree con canela y esperanzas y entre silencios atronadores suplique que recorrieran el mundo dentro de la tripa de las nubes de noviembre.

Y es que no puedo evitar decir que a mi;

Me encante Noviembre!!

Pintura de Armando Tejuca, Pintor Cubano.