Desde que yo te conozco siempre vistes de negro.
No solo de negro, como en sombras, a mitad
de un tiempo y otro de un lugar y ninguno.
Por color solo esos labios siempre pintados de rojo.
Porque esa es mi vida ahora, es como la veo
Mira tu!! que sin buscarlo ese es mi estilo.
Pero después cuando se te conoce, eres lo contrario.
No te pega.
Es como que engañas, te camuflas.
Eres risa loca, cabeza de chorlito...
Lo de afuera es lo que hoy vivo..
Lo de adentro lo que siempre soy.
uff, al menos lo bonito es lo que siempre está contigo.
ResponderEliminarla verdad es que muchas veces reflejamos una imagen hacía a los demás que poco tiene que ver con nosotros.
Lo que me consuela de tu primer paragrafo es que dentro del negro siempre hay un pintalabios rojo intenso.
Las apariencias es lo que tienen, pero yo a ti te veo siempre de rojo tirando a granate, no sé porque.
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