No fuerces.

Mi corazón es una víscera, un músculo de sangre que late solo, aunque su alimentación sea lo que yo quiera meter en mi interior.
A veces es un piélago de mar desértico, donde el resto de su existencialismo casi no tiene tiempo para parirlo, su única religión es el agua y el sol y sus latidos se adormecen entre los mares. Cuando la fuerza le dice que hoy no es el día de la batalla, si no el del rumiar, porque para todo hay un día, aunque sea el día inespecífico, lo hay.
Mientras se decide por cuenta propia a rumiar y se cuenta en bajo mirando sin quererlo, que la solicitud perpetua de materialismo es la ausencia de otra clase de vinculos entre dos seres, que se obligan a la convivencia por otra serie de lazos no dichos, y que no me resultan muy entendibles.
Miro los arboles mientras mis ojos se van perdiendo.
Que piensas? escucho en formas de preguntas
..nada..nada..(aunque soy consciente de que en esto, la nada no existe),
Se te aclaran los ojos y se te empequeñecen....se te han puesto de un verdoso metálico.....(el color verde metálico no existe). Nada repito.
NADA.
Nada, por que algunos momentos, el resto del resto son puertas inamovibles, que se sellan por acción de un cerebro que trabaja solo en el inconsciente, en realidad creo que sus microorganismos forjados a fuerza de reflexión,nunca han decidido juntarse como una solo ser, si no, como pensamientos independientes, para que sean difíciles de atrapar y en el momento que alguien los quiere acariciar se dispersan, para viajar sigilosos entre los huecos de las manos invasoras.

No es un juego del escondite como a veces me has dicho desde los 15 años, no soy esquiva, pero nunca dejare que se me meta la mano por la boca , entrañas abajo, para rebuscar lo que sea que allí se encuentra; esas búsquedas de interiores ajenos suelen ser la falta de propias querencias.

Por eso es NADA, por que sin quererlo entre mis vísceras y mi cerebro has construido un muro de sensaciones y palabras que ya siempre se cerraran en tu presencia.